Qué y cómo comemos es el lenguaje principal a través del cual el alma manifiesta la realidad emocional que impera actualmente en tu vida física, ya que es el combustible gracias al cual activa su cuerpo físico, el vehículo para llevar a cabo su historia de vida.
Desde esta plataforma destacamos que aquí se encierran ¨todos¨ los desórdenes alimenticios: desde comer en exceso hasta el no comer o comer muy poco, desde ingerir alimentos impulsados por la gula hasta el rechazo y el sin sabor…. Pasando por los diferentes matices de nuestro día a día en un consumo inconsciente en donde comemos porque hay que comer sin percatarnos de que ese alimento es un reflejo inequívoco de algo más profundo e importante: TU.
¿Quién eres?
¿Qué sucede
en tu vida?
¿Dónde está
oculto el ¨malestar¨, tu dolor?
Una mirada
compasiva y neutra hacia ¨ti mismo¨ es demandante.
Al igual que
sucede con nuestro cuerpo físico antes de una intervención quirúrgica, nuestra
alma ha de estar fuerte y preparada para afrontar la situación y pretender
sumergirnos en una apnea profunda en nuestra historia de vida a fin de obtener
respuestas que revelen energías causantes impregnadas de una verdad oculta y
silenciosa que hemos de comprender y de la cual aprender para entonces sanar.
Para ello necesitamos rescatar la auto estima, el ánimo de hacer y el impulso
para lograr, dispuestos a ¨ver¨ de verdad y sin excusas cual es la emoción que
nos duele e intoxica para transformarlo en energía creativa y de vida.
Todo proceso
evolutivo, toda transformación y cambio requiere de un alto quantum de energía
ya que desprendernos de lo que por tanto tiempo, quizás ¨toda ¨la vida hemos
llevado a cuestas y con lo que nos hemos identificado nos exige pasar por un
período crítico de mayor o menor intensidad hasta lograr la ¨sabia¨ vital
necesaria para dar el gran salto.
Esto lo
haremos ante todo observando nuestros hábitos, ¨todos¨ y empezamos por el
hábito alimenticio.
Marianella Sambade
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